Te quiero más de lo que te necesito, y te necesito tanto…
-Alice Bowman, Waiting
¿Lo recuerdas? La hora que pasamos mirándonos los pies, con trescientas veinte palabras por segundo quemándonos los pulmones y muriendo en nuestra garganta. Siempre te siento en cada pulsación de mis tejidos, como antaño, cuando contaba los patrones de las colchas en las que dormías y tejía con las uñas mordidas el tapiz de Penélope. La resaca arrastra siempre mar adentro. Desde el albor de los besos. Tatúame tu estrella del norte para que no me pierda aunque sólo se vean nubes. Pero que luego se borre.
Me encanta
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