El día que se sequen los océanos
que el rayo con sus garras de luz
horode la tierra y deje mella.
El día que los gritos se eleven
hasta la extinción y el silencio
infinito, venga tras el dolor.
El día que se abra la herida
que brote la sangre,
que calle el amor.
El día en que de rodillas
inques tu piel en el suelo
y llores por el daño que causaste.
El día que no quede nada,
solo tú y yo en silencio
frente a frente, cara a cara…
Te perdonaré.